Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 21, 2-15

2 Joram tenía seis hermanos, hijos de Josafat, que eran Azarías, Yejiel,
Zacarías, Azaryau, Miguel y Sefatías. Todos estos eran hijos de Josafat, rey
de Israel.

3 Su padre les había hecho grandes donaciones de plata, oro y objetos
preciosos, y ciudades fuertes en Judá; pero entregó el reino a Joram, porque
era el primogénito.

4 Joram tomó posesión del trono de su padre; y cuando se afianzó en
él pasó a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos de los jefes de
Israel.

5 32 años tenía Joram cuando empezó a reinar, y reinó ocho años en
Jerusalén.

6 Anduvo por el camino de los reyes de Israel, como había hecho la
casa de Ajab, porque se había casado con una mujer de la familia de Ajab, e
hizo el mal a los ojos de Yahveh.

7 Pero Yahveh no quiso destruir la casa de David, a causa de la
alianza que había hecho con David, porque le había prometido que le daría
siempre una lámpara a él y a sus hijos.

8 En sus días se rebeló Edom de bajo la mano de Judá y se
proclamaron un rey.

9 Pasó Joram con sus jefes, y con todos sus carros. Se levantó por la
noche y batió a los de Edom que le tenían cercado, a él y a los jefes de los
carros.

10 Así se rebeló Edom de bajo la mano de Judá hasta el día de hoy.
Por ese mismo tiempo se rebeló Libná de bajo su mano, porque había
abandonado a Yahveh, el Dios de sus padres.

11 Construyó asimismo altos en los montes de Judá, incitó a la
prostitución a los habitantes de Jerusalén y empujó a ella a Judá.

12 Le llegó un escrito del profeta Elías, que decía: «Así dice Yahveh,
el Dios de tu padre David: Porque no has seguido los caminos de tu padre
Josafat, ni los caminos de Asá, rey de Judá,

13 sino que has andado por los caminos de los reyes de Israel, y has
prostituido a Judá y a los habitantes de Jerusalén siguiendo
las
prostituciones de la casa de Ajab, y también porque has dado muerte a tus
hermanos de la casa de tu padre que eran mejores que tú;

14 he aquí que Yahveh castigará con terrible azote a tu pueblo, tus
hijos, tus mujeres y toda tu hacienda;

15 tú mismo padecerás grandes enfermedades y una dolencia de
entrañas tal, que día tras día se te saldrán fuera a causa de la enfermedad.»